Nuestra sociedad y hábitos de consumo están cambiando, cada vez más buscamos consumir productos naturales que sean 100% puros y de excelente calidad. Por ello, una de las dudas más frecuentes a la hora de comprar miel de abeja es poder determinar si este producto es realmente miel 100% pura, o si es adulterada.
Esta pregunta se vuelve cada día más relevante debido a que la miel, al ser un producto muy bueno para la salud y valioso, hay quienes de manera inescrupulosa se aprovechan de esta situación para adulterar la miel y venderla como si fuera miel de abeja pura. También, hay quienes tienden a inducir al engaño a los consumidores con etiquetas que dicen “jarabe DE MIEL DE ABEJA”, cuando en realidad deberían de aclarar que es un “Jarabe de glucosa de maíz con miel de abeja” ya que su contenido de miel es muy bajo.
Por definición, el reglamento técnico para miel de abeja establece “que la miel que se comercializa para consumo directo no deberá contener ningún ingrediente adicional, incluido los aditivos alimentarios, ni tampoco adición alguna que no sea miel de abejas. No deberá contener ninguna materia, sabor o aroma que hayan sido absorbidas en materias extrañas durante su procesamiento y almacenamiento”.
MITOS Y VERDADES CON RESPECTO A LA PUREZA DE LA MIEL
Hay diferentes creencias o mitos de cómo diferenciar una miel pura de una adulterada, los más frecuentes son:
- MITO 1: “LA BURBUJA DE LA MIEL”
Este mito consiste en volcar la botella o frasco de miel y mirar cuanto tiempo dura la burbuja en subir. Si toma tiempo en subir (sube de forma despacio) es pura, si por el contrario la burbuja sube muy rápido se trata de miel adulterada.
REALIDAD:
A pesar de que esta es una de las creencias más populares, la velocidad conque sube la burbuja NO DETERMINA la pureza de la miel, lo que indica es el nivel de densidad que tiene la miel. Si bien es cierto una miel madura y de buena calidad tiene un porcentaje bajo de humedad de un 15% a 18%, no se puede utilizar la densidad como referencia para determinar la pureza, ya que quienes adulteran la miel lo hacen en su mayoría con Jarabe de Glucosa y ésta es muy densa, lo cual al final provoca que la burbuja suba aún más despacio.
- MITO 2: “COLOR DE LA MIEL”
Se cree que entre más clara sea la miel, es más pura.
REALIDAD:
El color y el sabor de la miel dependen de su origen botánico, es decir, que dependen del tipo de floración y zonas de cosechas que las abejas visiten. Por ello en Costa Rica tenemos mieles de colores muy claras y doradas (como las de las floraciones de campanilla, nance y laurel), otras de colores ámbar medio (como la floración del café, madero negro) y las más oscuras, como las mieles que provienen de la floración del carao, como ejemplo. Así mismo su composición interna (minerales, vitaminas, aminoácidos, etc) influyen en el color de la miel, en el ejemplo anterior entre más hierro tenga la miel será más oscura. Es por ello por lo que el color de la miel NO DETERMINA la pureza.
Es importante mencionar que hay factores que hacen la miel se vuelva más oscura que cuando se cosechó, por ejemplo, la temperatura, la luz solar directa y el tiempo de almacenamiento. Por esto se recomienda conservarse en un lugar fresco y lejos de la incidencia directa de la luz del sol.
- MITO 3: “AZUCAR EN LA MIEL”
Si logran observar partículas sólidas, si se pone dura la miel en el envase y no está completamente líquida fue porque se le agregó azúcar y la miel está adulterada.
REALIDAD:
En un blog anterior conversamos ampliamente sobre la CRISTALIZACIÓN de la miel, el cual es un fenómeno natural que toda miel pura tarde o temprano sufrirá y está ligado principalmente a factores como la temperatura y el origen botánico de la miel (proporción de azúcares del néctar floral). Por ello que la miel se vuelva a un estado sólido, NO SIGNIFICA necesariamente que es miel adulterada.
- MITO 4: “MIEL SIN ETIQUETA O ARTESANAL”
Si la miel viene en botella de vidrio, con tapón de corcho y no tiene etiqueta, es más artesanal ya que proviene directamente del apicultor y está menos procesada.
REALIDAD:
FALSO, Lamentablemente los adulteradores se aprovechan de este mito tan popular para vender la miel adulterada, especialmente a la orilla de las carreteras o de casa en casa.
La realidad es que los apicultores deben cumplir con una serie de requisitos y obligaciones de ley, entre ellos contar con el CVO (Certificado Veterinario de Operación) que es el permiso oficial de SENASA (Servicio Nacional de Salud Animal, ente adscrito al Ministerio de Agricultura y Ganadería) para poder operar, también el Ministerio de Industria y Comercio tiene una normativa técnica oficial para miel de abeja y todo esto tiene que estar reflejado en una ETIQUETA, que por legislación todo producto alimenticio debe de tener.
¿ENTONCES, CÓMO PUEDO DETERMINAR SI UNA MIEL ES PURA?
No hay existe un método rápido o fácil, la forma más precisa es mediante análisis de laboratorio certificado para determinar la pureza de la miel.
Pese a ello les compartimos algunos consejos que pueden ayudar a la hora de comprar miel:
- No compre miel sin etiqueta: En la etiqueta viene la información del apicultor o responsable de la marca, el registro sanitario, el CVO y la información de contacto en caso de dudas o reclamos. Este es un requisito de ley y es el primer filtro que como consumidor puede tener.
- Leer muy bien la etiqueta. La miel al ser un producto natural no debe contener otros ingredientes, por ello este apartado no debe estar en la etiqueta. Así mismo asegurarse que en la etiqueta no diga palabras como “Jarabe” o “Sucedáneo”, que son términos que usan para confundir al consumidor.
- Buscar una marca que le de confianza, que invierta en procesos de certificación de calidad en apego la normativa del Codex alimentarius y Nacionales, en buenas prácticas de procesamiento, que tenga un sistema de trazabilidad y que cuente con análisis de laboratorio acreditados que respalden la pureza e inocuidad de la miel que están envasando y comercializando.